El sistema político dominicano por más de 22 años «no ha hecho nada» para detener un DR-Cafta, «que es y será la principal amenaza de muerte que presenta el cultivo de arroz» en la República Dominicana, «con una fecha letal de 2025».

Así lo expresó el presidente de la Federación Nacional de Arroceros (Fenarroz), Marcelo Reyes, quien resaltó que “esta cruel agonía no es peor a las políticas públicas agropecuarias implementadas pospandemia, que han llevado a los productores a enfrentar situaciones» que creían superadas.

Dijo que las altas penalidades (Taras) que se han establecido para la segunda cosecha en estos últimos dos años, «agoniza» la rentabilidad de más de 32,000 productores debido a una sobreoferta del cereal a la industria arrocera.

“Mostrando en sí un desinterés en adquirir la producción y a la vez colocando altas penalidades, afectando el valor real de arroz, erosionando los pocos beneficios del productor, hemos observado Taras nunca antes vistas en los campos dominicanos”, señaló.

Los datos están contenidos en una carta emitida por Fenarroz. A continuación la carta íntegra:

Se nos muere el arroz

Está enfermo de muerte el mismo que era tan fuerte como expresa Ricardo Arjona, con más de 1,200,000 tareas que le dan vida al campo Dominicano, se nos muere el arroz.

Lo vemos agonizando a un coloso generador de medio de vida de más de 96 municipio de todo el territorio nacional lo que provocaría anemia y hambruna a más de 32,000 productores y con ellos a 80,000 empleos directos sumados a 300,000 empleos indirectos.

Manteniendo hambre de olvido un sector productivo por de un sistema político que por 22 años no hizo nada para detener un DR/CAFTA ..diagnosticado por un cáncer de muerte de un tratado de libre comercio con Estados Unidos, que es y será la principal amenaza de muerte que presenta el cultivo de arroz en la República Dominicana.

Una fecha letal de 2025 (4 cosecha bajo el esquema actual) ; pero esta cruel agonía no son peores a las políticas públicas agropecuarias implementadas post pandemia que han llevado a los productores a enfrentar situaciones que creíamos superadas .

1.  Las altas penalidades (Taras) que se han establecido para la segunda cosecha  en estos últimos dos años; agonizando  la rentabilidad de más de 32,000 productores, debido a una sobre oferta del cereal a la industria arrocera.

Mostrando en sí un desinterés en adquirir la producción y a la vez colocando altas penalidades afectando el valor real de arroz erosionado los pocos beneficios del productor, hemos observado Taras nunca antes vistas en los campos dominicanos.
2.  Falta de Recursos del Programa de Pignoracion, afectado el flujo de caja del sector arrocero nacional generando que  la industria  limiten sus compras de acuerdo a sus necesidades generando un mercado de sobre oferta e inestabilidad en el arroz producido en el campo.

Pero muchos se preguntan:

¿Qué es la Tara en el cultivo del arroz?

Aunque es un término usado a diario en la cultura arrocera para muchos es desconocido y no es más que un factor de conversión que ayuda a estimar cuánto producirá ese arroz verde cosechado en campo luego de ser procesado por la industria ( secado, descascarado, pilado y pulido) las variables de la ecuación más importantes tomadas en cuentas eran Humedad e impurezas .

Su importancia radica para determinar el Valor real del Arroz pagado al productor nacional, que está compuesto por dos elementos

2.  Tara que generalmente es establecida por el molino cuando compra el arroz sin ninguna regulación estatal sirva de contra peso y validación .

Los 32,000 productores nacionales, congregados en las diferentes asociaciones y federaciones, han venido solicitando al Ministerio de Agricultura el establecimiento de laboratorios de referencia, pesos regionales que sirvan de monitoreo y equilibrio al momento de establecer las Taras en procura de crear un comercio justo donde todos ganemos .

FENARROZ por medio de la presente, solicita la intervención del Ministerio de Industria y Comercio a través del INDOCAL para el establecimiento de normativas y reglamentos que estandaricen y normalicen a toda la industria molinera-arrocera, la aplicación de un sistema de Tara que sea bajo un método científico y estadístico que logre establecer una aplicación de medidas Justas tanto para la industria como para los productores.

Señor presidente, el sector arrocero está enfermo de muerte y necesitamos de su pronta intervención. Si el arroz muere, muere el campo dominicano.