El IICA implementará en 12 países de las Américas un proyecto para promover el uso de bioplaguicidas y opciones de control integrado de plagas en cultivos de exportación.
El Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) implementará este proyecto con el propósito de mejorar el cumplimiento de los Límites Máximos de Residuos (LMR) de plaguicidas y facilitar el comercio agrícola internacional.
El proyecto se enmarca en la iniciativa Reducción de los residuos de plaguicidas en América Latina mediante el uso de bioplaguicidas, del Fondo para la Aplicación de Normas y el Fomento del Comercio (STDF). Este tendrá una duración de tres años y beneficiará a los productores y exportadores seleccionados, formuladores de bioplaguicidas, el sector oficial regulador y las instituciones de extensión de Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Perú y República Dominicana.
Monto de inversiones del proyecto reducir plaguicidas por bioplaguicidas
Para su ejecución se calculan inversiones por US$1,8 millones, recursos con los que pretende mejorar el acceso de los productos a los mercados internacionales, mediante la mitigación de los residuos químicos a través del uso de bioplaguicidas al final del periodo de crecimiento de los cultivos, y así poder cumplir con las normas establecidas en el comercio global.
También, mejorar el cumplimiento de los límites máximos de residuos (LMR) de plaguicidas del Codex, a través del uso combinado de plaguicidas convencionales con bioplaguicidas, asegurando que los cultivadores tengan acceso a los principales mercados de exportación.
En particular, el proyecto tiene por objeto aumentar la colaboración regional y la capacidad técnica para elaborar, evaluar y adoptar medidas basadas en datos sobre residuos de plaguicidas.
Las 5 estrategias que contempla el proyecto reducir plaguicidas por bioplaguicidas
La iniciativa está concebida para resolver las preocupaciones comerciales relativas a los Límites Máximos de Residuos (LMR) de plaguicidas mediante cinco estrategias: poner en marcha un centro regional de investigación y formación sobre residuos de plaguicidas y bioplaguicidas y apoyar a los países para que adopten medidas tendientes a lograr la armonización en la reglamentación sobre bioplaguicidas a nivel regional.
También, generar datos sobre residuos y mejorar los conocimientos sobre la interpretación de los datos resultantes (estudios de mitigación de residuos), establecer una estrategia regional para mejorar el suministro de productos fitosanitarios para cultivos de menor importancia y la elaboración de un programa de divulgación para promover el uso de bioplaguicidas entre los productores agrícolas.
En su ejecución acompañarán al IICA, The Minor Use Foundation (MUF), el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), las universidades Nacional de Colombia (UNAL), UBA, de Buenos Aires, y UCR, de Costa Rica, y The IR-4 Project, el programa agrícola del Servicio Estatal Cooperativo de Investigación, Educación y Extensión de USDA.
Vale la pena mencionar que el proyecto descrito se complementará otros dos, en curso, en la Comunidad de Desarrollo de África Meridional (SADC) y la región de Asia-Pacífico, que generarán datos y pruebas adicionales sobre el uso de bioplaguicidas para reducir los residuos de plaguicidas.
Las enfermedades de los animales pueden cruzar fronteras y causar daños
“El comercio mundial y las cadenas de valor alimentarias se están expandiendo cada vez más y al mismo tiempo los requisitos relativos a la inocuidad para productos alimenticios. Existe además una creciente evidencia de la velocidad en la que las plagas y las enfermedades de los animales pueden cruzar fronteras y causar daños, y de los efectos negativos que las brechas de capacidades fitosanitarias pueden tener sobre las exportaciones, el empleo y el desarrollo económico”, indicó Catalina Pulido, Oficial de Asuntos Económicos del Fondo.
Por último, Ana Marisa Cordero, gerente del programa Sanidad Agropecuaria, Inocuidad y Calidad de los Alimentos del IICA, indicó: “Esperamos alcanzar los objetivos trazados promoviendo que nuestra agricultura cuente con más y mejores herramientas. Agradecemos al STDF por considerar al IICA como un socio estratégico en este trabajo que vamos a desarrollar con los países, en procura de la facilitación del comercio alimentario y la generación y adopción de normas modernas y basadas en ciencia”.
Los Límites Máximos de Residuos (LMR) son las concentraciones máximas de residuos de plaguicidas que puede contener un producto sin que representen implicaciones para la salud humana y son establecidos por el Codex Alimentarius, un conjunto de normas alimentarias internacionales que regulan la inocuidad y calidad de los alimentos, así como la equidad en su comercio internacional.
Por su parte, los bioplaguicidas o plaguicidas biológicos son insumos desarrollados a partir de materiales naturales con el fin de controlar plagas y enfermedades en plantaciones. Requieren marcos normativos y regulaciones armonizadas a nivel global.
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