Dajabón, República Dominicana — En la zona fronteriza de Dajabón, los ganaderos enfrentan una creciente amenaza: el robo de reses. La preocupación ha llevado a los habitantes a solicitar al presidente Luis Abinader la continuación de la verja perimetral, una medida que creen esencial para frenar estos hurtos, que muchos atribuyen a la actividad de nacionales haitianos.
Eutaquio Toribio Liberato, presidente de la Asociación de Ganaderos de Santiago de la Cruz, ha sido vocal en su llamado al gobierno.
«La verja perimetral resolvería en un 80 % el problema del robo de ganado en la frontera», afirmó, subrayando la urgencia de completar esta obra.
La situación se vuelve más alarmante cuando se escucha a ganaderos como Juan Acosta Gómez, quien recientemente perdió 14 reses.
«Si el muro hubiera estado construido, estos robos no habrían ocurrido», lamentó.
Acosta, como muchos de sus vecinos, siente una angustia constante, sabiendo que aquellos que crían ganado cerca de la primera etapa de la verja se sienten más seguros, mientras que los demás viven en una permanente preocupación.
Antonio Lorenzo, otro afectado, compartió su desánimo con el Listín Diario. «La gente ya no quiere criar. Si me regalan una vaca, no la quiero», afirmó, reflejando el impacto que los robos han tenido en la comunidad.
Félix Robles, un residente local, denunció que los robos ocurren todas las noches.
«Antenoche se llevaron 16 cabezas de ganado. Los ladrones están cruzando las vacas hacia Haití por zonas donde aún no hay verja», relató, evidenciando la audacia de los delincuentes. La situación ha dejado a muchos ganaderos con préstamos pendientes y sin alternativas para recuperar su inversión.
Leonardo Campos, un obrero de la comunidad de Los Arroyos, expresó la frustración de los habitantes.
«Ya no quieren comprar animales», dijo, añadiendo que la seguridad de la zona depende de una mayor intervención militar para controlar el tráfico de ganado.
La primera etapa de la verja perimetral, que se extiende desde el municipio cabecera de Dajabón hasta Pepillo Salcedo en Monte Cristi, incluye 54 kilómetros de hormigón armado y una estructura metálica con 19 torres de vigilancia. Esta obra, diseñada para fortalecer la seguridad en la frontera, aún no ha sido completamente terminada, y los ganaderos temen que la continuación de los robos afecte sus negocios y su sustento.
Los habitantes de Dajabón esperan que el gobierno dominicano inicie pronto la segunda etapa de la verja, convencidos de que esta es la clave para proteger sus rebaños y restaurar la confianza en la ganadería local.
El robo de ganado en Dajabón es un problema que afecta no solo a los ganaderos, sino también a la economía local y a la seguridad alimentaria. Con el clamor de la comunidad resonando en los pasillos del gobierno, la conclusión es clara: la continuación de la verja perimetral no solo es un asunto de seguridad, sino una necesidad urgente para revitalizar la vida rural en esta región de la frontera dominicana.
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