El secretario general de la ONU, António Guterres, instó este martes a superar la «crisis existencial» que está llevando a la destrucción de la naturaleza. Su intervención tuvo lugar ante jefes de Estado y ministros en Cali, Colombia, en un esfuerzo por desbloquear las negociaciones de la COP16.
«Cada minuto, vertemos un camión de basura lleno de plásticos en nuestros océanos, ríos y lagos. No se engañen. Esta es la realidad de una crisis existencial», afirmó Guterres en español ante cientos de delegados en la conferencia de biodiversidad más concurrida de la historia.
La COP16, la mayor cumbre de la ONU sobre este tema, busca establecer mecanismos para financiar y monitorear el cumplimiento de las 23 metas de conservación natural acordadas en Canadá hace dos años.
Bajo el lema «Paz con la Naturaleza«, los 196 países del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) intentan desde el 21 de octubre llegar a un acuerdo sobre cómo cumplir los objetivos del pacto de Kunming-Montreal, que incluye proteger al menos el 30 % del planeta, reducir a la mitad los riesgos de pesticidas y la introducción de especies invasoras, y movilizar 200,000 millones de dólares anuales para la naturaleza.
El tiempo apremia: la cumbre concluye el viernes y los negociadores enfrentan tensiones entre países ricos y en desarrollo, especialmente en torno a cuestiones financieras. Esto se anticipa como un preludio a los conflictos esperados en la conferencia sobre el clima, la COP29, que se llevará a cabo en Bakú en noviembre.
«Ningún país, sea rico o pobre, es inmune a la devastación causada por el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la degradación de la tierra y la contaminación».
António Guterres, secretario general de la ONU.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, dio la bienvenida a los delegados a «la capital de la biodiversidad del mundo» y pronunció un discurso de 45 minutos en el que criticó el capitalismo y el uso de combustibles fósiles.
Las discusiones siguen estancadas sobre la adopción de un mecanismo para compartir las ganancias derivadas de la información genética obtenida de plantas y animales, utilizada en medicina, con las comunidades de origen.
Según el informe «Protected Planet», solo el 17.6% del territorio y el 8.4% de los océanos y costas del mundo están protegidos. «Para alcanzar nuestras metas, necesitamos delimitar un área terrestre casi del tamaño de Brasil y una extensión marina mayor que el océano Índico para 2030», advirtieron los autores del informe.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) también alertó que más de un tercio de las especies de árboles en el mundo están en riesgo de extinción, incluidas variedades esenciales para leña, combustibles, alimentos y medicinas. De las 166,061 especies evaluadas, aproximadamente 46,000 están en peligro.
Los discursos revelaron posturas divergentes frente a la crisis. «Lo que estamos viviendo es peor que el apocalipsis», advirtió Petro. En contraste, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, adoptó una postura más optimista, enfocándose en la violencia relacionada con el narcotráfico: «Debemos preservar a las personas», dijo.
La COP16 ha registrado una asistencia récord de 23,000 delegados, según los organizadores.
Visitantes y locales se agolpan en la «Zona Verde», un espacio cultural en el centro de Cali, mientras que las negociaciones se llevan a cabo a puerta cerrada en la «Zona Azul».
«Ya hemos alcanzado el primer objetivo de elevar el perfil político de la COP de biodiversidad al nivel de las cumbres sobre la crisis climática», comentó la presidenta del evento, Susana Muhamad, ministra de Ambiente de Colombia. Sin embargo, advirtió que el Fondo Marco Mundial para la Biodiversidad (GBFF), aunque operativo, «requiere más financiación».
Hasta el momento, los países han comprometido aproximadamente 400 millones de dólares para implementar los acuerdos de hace dos años. Esta cifra incluye 163 millones de dólares que Alemania, Austria, Dinamarca, Francia, Noruega, Nueva Zelanda, el Reino Unido y la provincia canadiense de Quebec se comprometieron a aportar el lunes.
No obstante, el pacto exige que los países movilicen al menos 200,000 millones de dólares anuales para proteger la biodiversidad hasta 2030, incluyendo 20,000 millones anuales que los países ricos deberían aportar a partir de 2025 para ayudar a los demás.
«La biodiversidad es un aliado de la humanidad. Debemos pasar de explotarla a preservarla», clamó Guterres.
Espero que esta versión cumpla con tus expectativas.
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