El sistema de producción de alimentos en el mundo está lleno de fallas, acuerdo a Guilherme Brady, jefe de la Unidad para la Participación de la Agricultura Familiar y las Redes Parlamentarias dentro de la División de Colaboración de las Naciones Unidas y las Asociaciones de la FAO.
Al ser entrevistado por Diario Libre indicó que la agricultura familiar es el pilar central de la seguridad alimentaria de un país, por lo que entiende que se debe incentivar más para que las comunidades mejoren sus condiciones de vida.
“La agricultura familiar es quien produce los alimentos básicos, los alimentos que se consumen, los alimentos tradicionales de un país, de una comunidad. O sea, que la agricultura más estructurada, más de exportaciones, es especializada en algunos rubros, alguna cadena de valor”, explicó.
El también oficial responsable de la Secretaría Conjunta FAO-FIDA para la Década de las Naciones Unidas para la Agricultura Familiar, dijo que una estructura familiar produce una serie de rubros que es la base de la alimentación, de las dietas alimentarias de las comunidades rurales y de los países.
Resaltó que esos productos son los que llegan a los mercados y a las familias.
“En el momento actual existen más alimentos de lo necesario para alimentar a todas las personas del planeta, pero tenemos 800 millones de personas con hambre”, apuntó Brady en un encuentro con Diario Libre.
Agregó que se está desperdiciando un tercio de lo que se produce y en muchas cadenas hasta el 50 %.
Explicó que en el mundo hay una mala alimentación y se ha desatado una pandemia de sobrepeso, lo que genera una serie de enfermedades, traduciéndose en un costo para la salud pública.
“Estamos juntando personas con hambre, con inseguridad alimentaria o con sobrepeso, que son 3,000 millones de personas en el planeta que no tienen acceso a una dieta sana. Es un problema muy grave”, señaló Brady.
Agregó que, además, se está produciendo con una sobrecarga en los sistemas medioambientales. Estos pueden ser agotamiento de suelos, emisión de carbono y pérdidas de biodiversidad.
“Nuestros antepasados consumían cerca de 6,000 especies, nosotros, hoy, el 66 por ciento de todo lo que consumidos son nueve especies. O sea, estamos limitando nuestra tierra, estamos todos comiendo igual, en general, comidas chatarras», indicó.
Explicó: «Por eso la pandemia de la obesidad está en todas partes, en los países desarrollados, en clase económica alta y en clase económica baja”.
Advirtió que los resultados del sistema alimentario no están funcionando, esto ligado con el impacto medioambiental, problemas nutricionales, y, además, con una concentración muy grande.
“El 80 por ciento de los pobres de mundo están en las zonas rurales y son los mismos que están produciendo alimentos. Es un sistema que está lleno de fallas”, indicó.
Reiteró que la agricultura familiar puede ayudar a contribuir a mejorar esa situación porque está en el territorio, y cuando recibe beneficios estos se distribuyen en la zona, lo que mejora la inequidad económica, ayuda a tener alimentos sanos, frescos y diversos a las distintas comunidades.
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