Los gobiernos de América Latina deberían incrementar los impuestos al tabaco para desincentivar el consumo en una región con altas tasas de tabaquismo, según un informe publicado este lunes por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

El estudio titulado «Tributación del tabaco en América Latina y el Caribe» señala que muchos países aún tienen un amplio margen para elevar los gravámenes.

El objetivo de estos impuestos es encarecer el producto, lo que puede motivar a los fumadores a reducir su consumo o a dejar de fumar, una adicción que genera elevados costos en salud, economía y sociedad.

En 2021, más de 350,000 personas en la región murieron a causa del consumo de tabaco y la exposición al humo, y más del 40% de los casos de cáncer de vías respiratorias en América Latina fueron atribuibles al tabaquismo.

Según el informe, los costos médicos relacionados con el consumo de tabaco pueden llegar a representar hasta el 1.5 % del PIB anual.

Impacto en la salud

En la actualidad, el 12 % de la población mayor de 15 años en América Latina fuma, y en países como Argentina y Chile, esta proporción es más del doble.

Michele Cecchini, responsable del programa de salud pública de la OCDE, presentó el informe por videoconferencia desde Washington.

La fiscalidad sobre cigarrillos, puros, habanos y tabaco de liar en la mayoría de los países de la región se encuentra por debajo del umbral recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que establece un mínimo del 75 % del precio de venta.

Cecchini destacó la «necesidad urgente de emprender una nueva ola de reformas fiscales al tabaco en América Latina y el Caribe» para reforzar la eficacia de las políticas y la administración de estos impuestos, ya que, en promedio, los productos de tabaco siguen siendo asequibles.

«La fiscalidad sobre el tabaco es la medida más eficaz y rentable que un país puede adoptar», afirmó Cecchini.

En muchos casos, la imposición varía según el producto, y los productos más novedosos a menudo están sujetos a impuestos demasiado bajos o incluso carecen de ellos, lo que no disuade a los jóvenes de consumir.

La recaudación de impuestos indirectos sobre el tabaco varía entre el 0.01% en Barbados y el 2.58% en Chile.

Impacto económico

Un aumento del 50 % en los precios del tabaco debido a una mayor fiscalidad podría generar 3.7 billones de dólares en poco más de cinco años, de los cuales 2.1 billones quedarían en los países de renta baja y media, donde el consumo es más alto. Esta afirmación proviene del exministro de Hacienda de Colombia, Mauricio Cárdenas, quien llevó a cabo una reforma tributaria entre 2012 y 2017 que incrementó los impuestos al tabaco.

Los impuestos selectivos al tabaco generan, en promedio, un 0.50 % de la recaudación total de impuestos en la región, lo que representa aproximadamente un tercio de los costos médicos anuales atribuibles al tabaquismo. Para que estos impuestos sean efectivamente disuasorios, deben ser «suficientemente elevados», lo que también limitará la capacidad de las empresas tabacaleras para absorber el impuesto en lugar de trasladarlo a los precios de venta.

Jo Birckmayer, de Bloomberg Philanthropies, que financió el informe, expresó su asombro por la persistencia del tabaquismo, considerándolo la principal causa de muerte evitable en el mundo.

«Me sorprende el poder de los impuestos sobre el tabaco para reducir el consumo y salvar vidas», concluyó.

Según el estudio, un incremento del 50 % en el precio del tabaco podría hacer que 100 millones de fumadores en el mundo, un 10 %, abandonaran el hábito.