Para el expresidente Leonel Fernández, en el reciente encuentro en el Palacio Nacional con el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, se discutieron temas clave como las tierras raras, la lucha contra el narcotráfico, la industria de semiconductores y la situación de Haití. Sin embargo, uno de los productos más esenciales para la economía y la dieta de los dominicanos, el arroz, brilló por su ausencia en las conversaciones, a pesar de su relevancia en la agenda nacional.

El arroz, considerado uno de los pilares de la “bandera dominicana”, es un cultivo de suma importancia económica y social, involucrando a más de 30,000 productores y generando alrededor de 200,000 empleos directos y 300,000 indirectos. Su producción anual alcanza cerca de 14 millones de quintales, lo que contribuye con aproximadamente 700 millones de dólares a la economía del país.

A pesar de los avances en la producción nacional desde 2006, con la implementación del Programa Nacional de Pignoración, los productores se enfrentan a una creciente preocupación por las importaciones. Estas importaciones están relacionadas con la eliminación de aranceles que, a partir de 2025, serán del 0% bajo el Tratado de Libre Comercio DR-CAFTA, lo que pondría en riesgo la competitividad del arroz dominicano.

En el artículo escrito para el Listín Diario, Fernández indicó que durante años, la República Dominicana ha intentado negociar con Estados Unidos para prorrogar o eliminar esta desgravación arancelaria, pero los esfuerzos han sido infructuosos. La respuesta del gobierno estadounidense ha sido clara: cualquier modificación al acuerdo requeriría la aprobación de todas las partes involucradas, lo que dificultaría cualquier cambio.

Ante esta situación, el presidente Luis Abinader creó en 2023 una comisión interministerial para encontrar soluciones que protejan a los productores nacionales, y se aprobó el Decreto 693-24, que establece una cuota preferencial de 23,300 toneladas métricas y una tasa de arancel del 99 % fuera de esa cuota. Esta medida ha generado optimismo entre los productores, pero aún queda pendiente una negociación de fondo con Estados Unidos, que no estuvo en la mesa de discusiones durante la reunión con Rubio.

La falta de un enfoque específico sobre el arroz en el diálogo con Estados Unidos resalta la urgencia de incluir este tema en las futuras negociaciones internacionales. La economía y el bienestar social de la República Dominicana dependen de la protección y el fortalecimiento de su industria arrocera, por lo que el arroz no puede seguir siendo el gran olvidado en la agenda diplomática del país.